Reformar para alquilar: todo lo que debes saber

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Decoración en casa

Reformar para alquilar se ha convertido en una tendencia. No es extraño si tenemos en cuenta el retorno económico que puede proporcionar este modelo de inversión. Cada vez son más los propietarios españoles que deciden convertirse en arrendadores y gestionar sus inmuebles con plataformas de gestión de alquileres aunque, para obtener mayores oportunidades de negocio, la reforma de sus viviendas se convierte en un obligado paso preliminar. Pero, ¿cómo abordarlo? Si estás valorando la posibilidad de introducirte en este sector, presta atención. A continuación te proponemos algunos consejos que te serán de gran utilidad. ¡Toma nota!

En primer lugar, es importante tener en cuenta que las reformas más importantes no siempre tienen que ver con la dimensión estética.

Evidentemente, una buena estrategia de decoración e interiorismo puede marcar una diferencia importante a la hora de acceder a oportunidades de negocio. No obstante, por lo general, aquellos elementos o componentes que no se ven, suelen ser más susceptibles de mejora.

Antes de alquilar una vivienda, es imprescindible verificar que sus instalaciones se encuentran en buen estado. De no ser así, lo más probable es que produzcan incidentes constantemente y que, en definitiva, la experiencia del arrendatario pueda verse afectada.

El objetivo principal, es encontrar un inquilino con el que establecer una relación a largo plazo y, para lograrlo, será fundamental que las instalaciones ofrezcan una buena calidad de vida durante períodos de tiempo elevados.

Concede prioridad a esta dimensión de tu vivienda y una vez que hayas hecho un seguimiento riguroso, podrás pasar a ocuparte de otros aspectos más superficiales (aquellos que sí son visibles) y que determinarán el éxito de tu propuesta de valor.

Reformar para alquilar: La importancia de conocer al futuro inquilino

A la hora de reformar para alquilar, es importante hacer una planificación orientada al perfil de los futuros inquilinos.

Como propietario, no deberías guiarte por tus preferencias o criterios personales o, al menos no, si eso conlleva pasar por alto el objetivo de la reforma. Al fin y al cabo, se trata de obtener el máximo rendimiento del inmueble, no de vivir en él.

Para conocer qué tipo de reforma deberías llevar a cabo, lo primero que necesitarás es definir el perfil de tus futuros inquilinos.

Existen dos tipologías básicas de inquilinos: los de alta rotación y los de larga duración.

Inquilinos de alta rotación

Por lo general, se trata de estudiantes o profesionales que destinan un período de tiempo bastante limitado (a menudo unos meses) en diferentes zonas o ciudades.

En este grupo también entran aquellas personas que hacen desplazamientos vacacionales.

Si tus futuros inquilinos serán de este tipo, entonces deberás hacer una inversión enfocada hacia soluciones más funcionales, así como a recursos que consuman menor energía. Además, la resistencia y la durabilidad del mobiliario será un punto a tener en cuenta.

Por otro lado, deberás tener presente que, al fin y al cabo, los huéspedes permanecerán en la vivienda durante períodos de tiempo bastante reducidos.

Por lo tanto, no llegarán a hacer de ella su hogar. En este sentido, deberán primar las propuestas más prácticas.

Inquilinos de larga duración

En este caso, lo más recomendable sería trazar una estrategia de reforma largoplacista. Además de unas instalaciones que garanticen un correcto suministro durante largos periodos de tiempo, el componente estético se convierte en un factor de decisión importante.

Los futuros inquilinos estarán buscando su futuro hogar, por lo que deberán sentirse atraídos por el inmueble, necesitan imaginarse viviendo en él. Por lo tanto, debe contar con un ambiente que evoque sentimientos como la comodidad, la calidez o el bienestar.

Para generar un efecto llamada, será fundamental construir un ambiente atractivo. Para ello deberás cuidar la dimensión estética, no sólo a partir de una correcta decoración.

También a la hora de tomar las fotografías promocionales que más tarde publicarás en las plataformas especializadas.

Reformar para alquilar: Algunos consejos prácticos

Para acentuar la iluminación natural, lo más aconsejable es reducir la presencia de barreras visuales como, por ejemplo, el mobiliario excesivamente voluminoso o los tabiques.

En muchos casos, incluso puede ser recomendable decir adiós a una estancia pequeña para hacer una ampliación si el resultado va a derivar en un entorno más confortable.

La fusión de estancias complementarias como, por ejemplo, el salón y la cocina integrando una estructura en isla, puede generar una mayor sensación de amplitud.

Por otro lado, a la hora de trabajar en la distribución, siempre es recomendable tener presente cuántos inquilinos ocuparán probablemente la vivienda.

En contra de lo que se tiende a pensar, reducir el número de habitaciones para hacerlas más amplias y elevar ligeramente la cuota mensual en concepto de alquiler, puede ser un acierto.

¿Amueblado o sin amueblar?

¿Qué es mejor? ¿Amueblarlo con muebles o sin ellos? Probablemente te hagas esta pregunta si has pensado reformar para alquilar.

En realidad, no hay una respuesta absoluta. Sin embargo, prestando atención al perfil del futuro inquilino, puede ser más o menos sencillo responderla.

Si, por ejemplo, se trata de un inmueble orientado al alquiler estacional, lo más recomendable es que esté amueblado, al menos, con lo básico.

No obstante, si va a ser un alquiler permanente, existen mayores probabilidades de que el futuro arrendatario desee adaptar los espacios y el mobiliario a sus propias preferencias.

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Redacción

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