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Además de la calidad de la cama y de la importancia del colchón, para asegurar un buen descanso es primordial saber qué tipos de sábanas escoger. Al fin y al cabo, la ropa de cama es la que está en contacto directo con nuestro cuerpo.
La elección del material que mejor se adapta a nuestro propio gusto y con el que nos sentimos más cómodos es una cuestión muy personal. Sin embargo, no siempre es sencillo elegir, ya que la oferta de sábanas que encontramos en el mercado es muy amplia y variada. Tanto en materiales como en diseños y colores.
Juegos de sabanas: piezas, materiales, colores
A principios del siglo XX, el uso de ropa de cama ya se había generalizado en casi todo el mundo. Fue en esa época cuando se estableció el estándar actual de los juegos de sábanas que encontramos en tiendas especializadas como Rutes.
Este juego de cama consiste desde entonces ede tres elementos clave. En primer lugar tenemos la sábana ajustable (la llamada «sábana bajera») que dispone de una goma elástica en las esquinas para adaptarla al tamaño del colchón.
Luego tenemos la sábana lisa o sábana encimera que es la que nos tapa. Y, por último, están fundas para almohada, que también van a juego con el tipo de sábanas escogido.
Originalmente, el único color que existía para las sábanas era el blanco. Hoy, en cambio, existe una gran diversidad de colores y diseños.
También sucede lo mismo con los materiales: algodón, lino, seda, poliéster, etc.
La importancia de unas buenas sábanas para el descanso
Más allá de consideraciones estéticas, la función principal de las sábanas es la de crear el ambiente más cómodo e idóneo para dormir.
Unas sábanas de calidad son básicas para mantener la temperatura ideal del cuerpo en la cama y asegurar un correcto descanso. Una cuestión de salud.
Naturalmente, todo lo anterior depende de cuál sea el material elegido. Sobre todo cuando la persona que las va a utilizar tiene la piel especialmente sensible.
Este es un aspecto al que hay que prestar especial atención a la hora de comprar unas sábanas.
En general, las más respetuosas con las pieles delicadas suelen ser las sábanas de algodón, aunque hay otras opciones.
Un tipo de sábana para cada estación
¿Hay que utilizar tipos de sábanas diferentes según la época del año? La respuesta es sí.
Algunos materiales son más aislantes que otros, por tanto, serán más adecuados para los meses de invierno. Por otra parte, hay sábanas de materiales más ligeros y frescos, perfectos para las cálidas noches de verano.
Para primavera o verano
Una de las mejores elecciones que podemos hacer son las sábanas de algodón, que se adaptan a la temperatura corporal y permiten la transpiración.
Para las noches más calurosas se puede optar por fibras naturales como el lino o la seda, que además proporcionan un tacto suave y agradable.
Para otoño e invierno
Aunque la elección clásica es la de la franela, suave y cálida, son todavía más interesantes las sábanas de coralina con su tacto aterciopelado tan agradable.
Además, se pueden confeccionar en diferentes gramajes. Las más gruesas también son conocidas como sábanas de microlina. Y para climas especialmente fríos, existen las sábanas térmicas fabricadas en poliéster, de gran capacidad aislante.
Cómo cuidar las sábanas
Para que duren mucho tiempo y cuiden bien de nuestro descanso, el correcto cuidado de las sábanas es de gran importancia.
Esto es lo que debemos tener en cuenta:
- Lavado: Siempre que sea posible, independientemente del material que sea, es preferible lavar las sábanas sin mezclarlas con otras prendas, También debemos utilizar el detergente y el programa adecuado de la lavadora. Es decir, hay que fijarse bien en las etiquetas.
- Secado: Siempre es mejor tenderlas al aire libre, aunque sea a la sombra. Usar la secadora solo es recomendable si se usa una temperatura suave, para no deteriorar los tejidos.
- Planchado: Se recomienda en el caso de las sábanas de algodón, aunque se desaconseja para las de seda, pues se trata de un material muy vulnerable.
Finalmente, a la hora de guardar las sábanas cuando llega el cambio de temporada, conviene conservarlas dentro de bolsas de tela para asegurarnos de que los tejidos se mantienen limpios, libres de polvo y con una correcta transpiración.
