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Más allá de su función práctica, un espejo es también un elemento que puede jugar un papel importante en la decoración de una casa. Vamos a repasar la amplia oferta de espejos IKEA para decorar un cuarto de baño, un vestidor o cualquier otro rincón de tu hogar.
De pie o de pared, grandes o pequeños, cuadrados, redondos o de formas irregulares… Los espejos nos permiten jugar con las dimensiones de una estancia al tiempo que aportan ese toque de distinción que buscamos a la hora de vestir nuestros espacios domésticos.
Elegir el espejo adecuado es tan importante como escoger un buen sofá, teniendo en cuenta que lo deseable es que sea un objeto práctico y bonito a partes iguales.
Espejos de pared
Los espejos de pared son ideales para instalar en la pared de un cuarto de baño, donde además de ser muy prácticos servirán para que éste nos parezca más espacioso. También son perfectos en un dormitorio o en un vestidor.
Este tipo de espejos, tanto grandes como pequeños, quedan muy bien en el vestíbulo o recibidor de casa, pues resultan muy útiles a la hora de revisar nuestro aspecto antes de salir por la puerta. Pueden ir colgados o pegados en la pared.
Espejos cuadrados
Los modelos más clásicos son cuadrados o rectangulares, con o sin marco. Además, pueden colocarse tanto horizontal como verticalmente.
Un buen ejemplo de espejos IKEA de este tipo es el modelo LÄRBRO (48 x 60 cm), sencillo, bonito, económico (sólo 13 €) y muy funcional.
Espejos ovalados
En cambio, hay quien refiere los redondos u ovalados, siempre más elegantes. Por 29 €, el OPPHEM (45 x 77 cm) con marco de ratán, ofrece un magnífico resultado estético en casi cualquier pared, incluso en una escalera.
Hay que mencionar también los espejos de pared formados por paneles de espejos pequeños. Una opción muy original y con cierto punto artístico.
Un buen ejemplo: el modelo HÖNEFOSS (18 x 21 cm), compuesto por diez paneles hexagonales. Lo mejor es que se pueden instalar formando diferentes dibujos, según el gusto de cada cual. Su precio es de 15 €.
Espejos de pie
El espejo de pie es el más indicado para tener en un dormitorio, una pieza más del mobiliario. Una habitación luce diferente con uno de estos espejos IKEA junto a la ventana o en una de las esquinas.
Sobre todo es importante tenerlo cerca del armario de la ropa o del vestidor, pues el espejo de pie nos ofrecerá una imagen completa, de pies a cabeza, de nuestro estilismo y nuestro aspecto.
Uno de los modelos mas populares en esta categoría es el IKORNNES (52 x 167 cm). Con esquinas redondeadas y marco de madera de fresno, queda bonito en cualquier tipo de dormitorio. Además, en la parte trasera cuenta con una práctica barra que podemos usar para colgar perchas, toallas, etc. Su precio es de 69 €.
Otra opción más sencilla y muy económica es el KARMSUND, que sólo cuesta 30 €.
Este espejo de pie mide 40 x 167 cm, tiene esquinas apuntadas y está rematado en su parte superior por un adorno opcional en forma de corona. Viene también con anclajes para poder convertirlo en un espejo de pared.
Espejos de decoración
Decorativos, pero también prácticos. La variedad de formas y diseños es casi infinita. Cada uno de los espejos IKEA englobados en esta categoría ofrecen un resultado estético y funcional distinto. Seguro que muchos de ellos encajarían perfectamente en tu casa.
El modelo ROVERUD es un espejo de mesa redondo de 24 cm de diámetro que va apoyado sobre una base de madera. Ideal para la cómoda del dormitorio. Práctico, bonito y fácil de limpiar. Además es muy barato: solamente 5 €.
Otro modelo decorativo muy bonito es el LASSBYN, que se ofrece en dos versiones diferentes: redondo de 25 cm de diámetro o en formato doble, con una unidad grande octogonal y otra más pequeña de forma hexagonal.
Ambas llevan un marco dorado y cuestan 13 €.
Estos espejos van colgados a la pared, en el caso de la versión doble con dos cadenas. Son una original solución decorativa en casi cualquier parte de la casa.