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Las últimas semanas me he vuelto loca buscando sillas de escritorio por todas partes. Me he visto todo tipo de ellas, con respaldo, sin él, con reposabrazos y sin ambos. Los precios, desde los 100 hasta los 400 euros. Y así hasta que me enamoré de una silla de trabajo, en concreto, la Alefjäll de Ikea. Pero ha estado agotada todo diciembre y enero, sin señales de vida durante 4 semanas.
Por qué una silla de escritorio
Si algo ha traído el confinamiento por coronavirus en 2020 es una nueva forma de trabajar (o al menos intentarlo como antes), desde casa. Y esto ha significado un cambio de hábitos, empezando por los horarios, ahora interminables aunque con numerosas interrupciones para atender otros deberes caseros.
En cuanto a la comunicación, lo que antes se resolvía con una visita a una compañera en la ofi o por teléfono, ahora parece que solo se puede resolver por videoconferencia, maldita videoconferencia.
Y en cuanto al espacio dedicado a oficina en casa, quien más y quien menos ha tenido que improvisarse su despachito, aunque eso implicara dedicarle una silla de comedor. Y ahí empiezan los dolores de espalda, y de «trasero» también, ya que este tipo de sillas no están pensadas para pasarse horas en ellas. Por eso este post.
Tipos de sillas de escritorio
Hay varias formas de clasificar una silla de oficina. Atendiendo a su forma y tamaño se podrían reducir a tres (o cuatro si incluimos las sillas gamer):
- Silla de escritorio sin reposabrazos
- Silla de escritorio con reposabrazos
- Sillón de director
- Silla gamer
Silla de escritorio sin reposabrazos
Estas sillas suelen ser de primer precio, sobre los 100-120 euros. Están indicadas para un uso limitado ya que no son cómodas al no tener reposabrazos. Y no se suelen poder reclinar (aunque sí se puede regular la altura del sillón gracias a un cilindro de gas y el respaldo).
Silla de escritorio con reposabrazos
La de escritorio es una silla más cómoda, con una butaca amplia y reposabrazos. El respaldo será de mediana o poca altura. Puede ser de tela, polipiel o piel.
Algunas sillas, como este modelo de abajo no reclinan ni se les puede regular el respaldo en inclinación o ajuste lumbar, pero sí la altura del conjunto:
Y otras sí permiten todo tipo de regulación. Esta silla es ideal cuando permite regular butaca y respaldo y además se reclina, cosa que se agradecerá cuando se lleva tiempo sentado y haya que descongestionar la vista, tomando distancia de la pantalla del ordenador.
La banda de precios es muy amplia ya que dependerá del material, de las opciones de ajuste y reclinado y de la estructura de la silla. El modelo Bogarra de arriba cuesta 110 euros en Bruneau.
Sillón de director
La base puede ser la de la silla de escritorio o más ancha y confortable. Esta silla incorpora un respaldo alto muchas veces integrado con la butaca, en una sola pieza.
Los reposabrazos son también integrados al chasis del sillón. Su color clásico es el negro y su material principal el cuero con estructura de metal y reposabrazos fijos de polipropileno.
Sus precios puedes oscilar entre los 200 y los 500 euros según las calidades del conjunto.
Silla gamer
Este tipo de sillón, aparte de que tiene una estética muy lejos de lo que se podría considerar una silla de oficina, está pensado para reclinarse y disfrutar del juego manteniendo una distancia libre sobre la pantalla.
Por esta razón (y por su llamativa estética envolvente) no las incluiré en mi análisis.
En definitiva, para una oficina en casa, con una jornada de 7 u 8 horas delante del ordenador pero con interrupciones varias a lo largo del día, mi consejo es optar por la segunda modalidad, la silla de escritorio.
Ello por tamaño y espacio ocupado básicamente. Y también por estética, ya que los sillones de director los veo fríos, enormes y con poco encaje en el hogar, que se supone ha de ser acogedor.
Qué cosas tener en cuenta
A la hora de elegir tu silla de oficina para casa estas son las cosas que te recomiendo tener en cuenta para ahorrarte mucho tiempo en tu búsqueda.
Material de la silla
La mayoría de sillas de escritorio de primer precio son de acrílico, que es una fibra sintética que imita la lana, de poliéster, de renna (mezcla de algodón -80% con poliuretano -20%, parecida al cuero aterciopelado.
Alternativamente, las sillas de piel son de mayor calidad y no te cansarás de ellas, al tiempo que el cuero adquiere una pátina de solera con el paso del tiempo, que le da un valor aún más especial.
La regulación de la postura
La mejor silla de escritorio debería permitir tres cosas:
- Regular la altura al suelo.
- Regular la distancia entre la butaca y el respaldo (desplazamiento horizontal), y
- Regular el ajuste lumbar.
Esto se puede conseguir con ruedas en un lateral que curvan el respaldo más o menos mediante un rodillo, para adaptarse a la columna de la usuaria.
O permitiendo regular la altura del respaldo, que no es del todo regular, sino que tiene un abultamiento en la zona baja, para adaptarse a la zona lumbar.
La inclinación
Una buena silla de oficina debería permitir bascular hacia atrás para descansar, a placer. Y lo puede hacer de forma sincronizada (asiento y respaldo se adelantan o retrasan a petición del usuario) o no. También hay sillas en las que la L que forman respaldo y asiento se mantienen cuando el usuario se echa para atrás (dan la sensación de que te vas a caer hacia atrás).
¿Cumple la norma de seguridad y resistencia?
La norma europea sobre exigencias de seguridad y durabilidad de las sillas de escritorio y oficina es la norma UNE-EN 1335-2:2019.
Esta norma exige probar las sillas de oficina para asegurar su funcionamiento correcto usándose 8 horas seguidas, los 7 días de la semana por una persona de hasta 110 kg de peso corporal. Ahí es nada.
La silla de escritorio Alefjäll de Ikea
Finalmente, mi decisión ha sido decantarme por la silla de trabajo Alefjäll diseñada por Francis Cayouette para Ikea que abre este post. Y lo ha sido por varias razones como:
- El aspecto algo retro con un diseño espectacular con un amplio sillón y un cómodo y regulable respaldo (en altura).
- La piel flor de color beige tan delicada que envejece bien y con los años tomará un aspecto impresionante vintage.
- Las posibilidades de regulación de la butaca y el respaldo, a prueba de cualquier usuario exigente junto con la posibilidad de reclinarse que ofrece, muy cómoda.
- La robustez del conjunto y lo bien que corren las ruedas (aunque si te levantas bruscamente tienen un sistema de autofrenado para que no te caigas).
- Los 10 años de garantía que promete Ikea.
- El hecho de que, según Ikea esta silla cumple de la citada normativa UNE-EN 1335. Toda una garantía de calidad.
En fin, las sillas de escritorio son un mundo de posibilidades para todos los gustos.
Gracias por la información, nos sera de gran utilidad…