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Las sillas de oficina para mí son, junto con una correcta iluminación y un entorno de trabajo agradable, el elemento más importante para nuestra actividad profesional diaria. Más allá de una estética potente, el principal aspecto a cuidar a la hora de elegir la tuya, debería ser su ergonomía.
Y lo es porque las que pasamos muchas horas sentadas frente al ordenador, no somos del todo conscientes del daño para nuestra espalda, musculatura, articulaciones y sistema nervioso de una mala postura en nuestro trabajo.
En este post te contamos los principales aspectos de ergonomía que deberías tener en cuenta a la hora de elegir una silla de oficina, de la mano de los expertos de Sillas de oficina 365. Pero antes unos datos que seguro que te llegan al alma.
Higiene postural ante el ordenador
España se dice que es una “economía de servicios”. Muchos trabajadores y trabajadoras pasamos largas horas sentadas ante el ordenador en un edificio de oficinas.
El resultado de estos hábitos profesionales es lo que se conoce como sedentarismo laboral. Y sus consecuencias, seguro que las sufres: dolores de piernas, espalda y cuello. Dolores articulares en muñecas y codos, cansancio muscular. Y algunas veces dolores de cabeza.
Pero, lo que es peor, a largo plazo, esto puede tener consecuencias más serias. Según un estudio de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Zaragoza, los oficinistas sedentarios “tenemos el doble de probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares a largo plazo como el alto riesgo de un infarto cardíaco, colesterol elevado e hipertensión arterial”.
Muchos de estos síntomas tienen que ver con la forma en que nos sentamos frente al ordenador. Y también dependen del tipo de silla de trabajo que usemos. En función de sus características y ergonomía, así será más amigable o menos, nuestra silla de oficina.
Veamos a continuación cuáles son los elementos clave de una buena silla de oficina.
Diseño funcional de las sillas de oficina
Los aspectos funcionales más importantes de las sillas son, sin orden de prelación, los siguientes:
Silla giratoria y de fácil transporte
Toda silla de trabajo debería permitirnos girar sobre su eje central vertical y disponer de ruedas para desplazarse con facilidad, incluso con nosotros sentados.
Esto nos permitirá dominar un escritorio ancho, de izquierda a derecha, sin esfuerzo físico y con rapidez.
Reposabrazos regulables
Una silla sin reposabrazos no nos permitirá mantener los brazos apoyados mientras trabajamos. Si los tiene, pero estos no son regulables en altura, podremos tener problemas si topan con el borde de la mesa (no podremos acercar la silla a la distancia adecuada de la mesa).
Lo mismo si están demasiado bajos o altos. Los brazos no estarán en una posición cómoda y sentiremos fatiga muscular muy pronto.
Sin embargo, si son regulables en altura encontraremos una buena higiene postural. Ya sea porque tecleamos un texto, hablamos por teléfono o porque simplemente descansamos, los reposabrazos nos ayudan a mantener los brazos en ángulo recto frente a la mesa.
Regulación de la altura de la silla y amortiguación
Sistema de regulación de la inclinación y altura: Una buena silla debe permitir la regulación de la postura de la espalda según nuestras preferencias, así como la altura para poder trabajar cómodamente en nuestra mesa de oficina.
La amortiguación se encargará de facilitar la función de sentarnos y levantarnos de la silla sin impacto sobre nuestro cuerpo. Incluso si nos dejamos caer sobre ella, no sentiremos un impacto sobre la columna vertebral.
Refuerzo lumbar regulable e inclinación del respaldo
Uno de los aspectos clave de cualquier silla de trabajo que se precie de ser ergonómica es la posibilidad de regular el refuerzo lumbar. Cuántas veces nos hemos sentado en una silla y sentido que nuestra espalda inferior está demasiado echada para delante (o todo lo contario). Como cada cual tenemos nuestra posición lumbar ideal, un refuerzo lumbar regulable es clave.
Lo mismo se puede afirmar de las sillas reclinables. Cuando tienes una silla demasiado rígida, que te mantiene la espalda también rígida, echas en falta poder reclinarte.
Esta posición no se mantendrá mucho tiempo, pero permite hacer un alto en las tareas de ordenador y reclinar la espalda. Además, facilita poder dirigir la vista a la lejanía, para relajar los ojos.
¿Cómo escoger tu silla?
En la web de Sillas de oficina 365 dispones de un interesante formulario de ayuda a la elección de la mejor opción.
Este formulario te va preguntando sucesivamente preguntas relacionadas con el uso y lugar donde usarás la silla para desembocar en una propuesta a medida.
En mi caso, he elegido una silla de oficina para teletrabajar desde casa, más de cuatro horas diarias con un presupuesto de entre 200 y 400 euros, de estilo moderno.
Y esta es su propuesta. Personalmente, optaré por el modelo Dama White, que encaja divinamente con la decoración de mi dormitorio, donde trabajo.
Normas de ergonomía
La ergonomía es la capacidad de un elemento destinado a ser usado por el cuerpo humano para cualquier tarea, adaptándose plenamente a su fisonomía. La única forma que hay para conseguir un producto ergonómico, una vez diseñado, es probándolo.
Las mejores sillas de oficinas son aquellas que permiten todo tipo de regulaciones para mantener nuestros músculos, articulaciones y nervios relajados el máximo tiempo posible.
Además, las sillas de oficina deben cumplir con la exigente norma UNE-EN 1335-2:2019. Esta detalla el número y tipo de pruebas a las que se someten estas sillas para asegurar que seguirán funcionando correctamente con el tiempo. Las pruebas se hacen simulando un uso de la silla durante 8 horas seguidas, los 7 días de la semana con un peso de hasta 110 kilogramos.