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A finales de la década de los años 30 un joven arquitecto estadounidense llamado Charles Eames decidió probar suerte en el mundo del diseño de muebles. Su proyecto para el concurso «Diseño orgánico en muebles para el hogar», convocado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, cosechó un éxito incuestionable. Así es como el mundo descubrió las sillas Eames, que casi un siglo después siguen estando de moda.
La principal característica de estos muebles (no solamente las sillas) es su peculiar diseño de moldura de madera. También destacan por su estética, tan representativa de la decoración de estilo industrial del siglo XX.
Lo cierto es que las sillas Eames siguen siendo una apuesta decorativa segura: destilan elegancia y sencillez, combinando a la perfección con los otros muebles de casa, sea cual sea su estilo. Además, y estos es fundamental, estas sillas son muy valoradas por su comodidad, un aspecto que algunos diseñadores contemporáneos «olvidan» a veces.
Los diseños icónicos de Charles y Ray Eames
El matrimonio formado por Charles y Ray Eames revolucionó con sus nuevas ideas el panorama de los muebles de interior en las décadas de los años 40 y 50. Sus mesas, sillones y separadores de ambientes siguen decorando aún hoy las salas VIP de los grandes aeropuertos del mundo y aportando un toque de buen gusto en muchas casas.
Sus diseños son sobrios y atemporales, perfectamente reconocibles. Estos son algunos de los más famosos, que todos hemos visto alguna vez en alguna de sus diferentes versiones:
Eames Side Chairs
Para la creación de estas sillas, los Eames combinaron una carcasa de asiento de forma orgánica (y por tanto, confortable) con una base de madera de cuatro patas. Plástico y madera se unen en un diseño no alejado de la línea clásica que ofrece un estilo acogedor e informal.
Las sillas Eames se fabrican hoy con o sin acolchado, en un amplio abanico de telas y colores para ofrecer diversas configuraciones para todos los gustos. Hay versiones para comedor, en forma de mecedora, giratorias e incluso conectadas para formar bancadas de asientos en salas de espera o espacios similares.
Lounge Chair
Cuenta la leyenda que el matrimonio Eames se planteó reinventar el clásico sillón de club inglés y convertirlo en un mueble de hogar. Así nació en 1956 su Lounge Chair que hoy podemos encontrar en muchas tiendas de muebles como un auténtico producto estrella.
Este sillón Eames consta de dos piezas: asiento y reposapiés (también llamado otomana). El diseño canónico está tapizado en cuero, aunque existen muchas opciones en el mercado en cuanto a colores, materiales y precios.
Sillas Eames en nuestros hogares
Aunque hemos resaltado la versatilidad como cualidad destacada de las sillas Eames, en realidad este tipo de mueble brilla más en unas habitaciones que otras. Si has tenido la feliz idea de adquirir alguna de estas creaciones, estos son los espacios del hogar donde ubicarlas:
- En el comedor. No importa que la mesa sea grande o pequeña, de madera o de cualquier otro material. Las sillas Eames se adaptarán perfectamente a ella. En todo caso, siempre existe la posibilidad de jugar con los colores: el blanco siempre funciona, aunque otros tonos más atrevidos pueden resultar estéticamente superiores dependiendo de la decoración del comedor.
- En un despacho u oficina en casa. Ahora que el homeworking vive sus mejores días, las sillas Eames pueden ser el complemento ideal para nuestro puesto de trabajo en casa con su look desenfadado y moderno.
- En una habitación infantil. Sillas acolchadas, de colores alegres e incluso con acabado de mecedora para dormir o dar el biberón a un bebé. Bien combinadas con la estética del dormitorio, los diseños Eames pueden ser una solución original y encantadora.